hasta...

lunes

no se puede ser poético, retórico o suspicaz en un lugar como este cuando se es sencillamente feliz.
espero no volver por acá.
saludos...

roque.

caminó durante largo rato tratando de creer en su propio olfato. dejando chorros de meada buscaba hacer huella de los pasos que daba. las calles parecían todas iguales, y la gente con la que se cruzaba no cambiaba el gesto a cada encuentro. el mundo estaba paralizado fuera de su daltonismo genético.


no tenía otro modo de ver las cosas que no sea en dos dimensiones. y eso no le hacía bien.

el perro caminó cuanto pudo hasta poder recordar porqué se había alejado tanto de su casa, de su amiga la reja, y de quienes le daban alimento y un techo. hizo fuerza durante mucho tiempo. y con el mismo paso saltarín, aunque pesado, se fue hasta donde no sabía que existía tierra.

sin comer, sin beber, y sin mear, se perdió.
y donde terminó la tierra, se tiró.

todo lo que das (track 1)

algunos podrían decir que ir escuchando a la cinematic orchestra en medio de la avenida más ancha del mundo, con el sol en su pleno rayo, y vestido de negro, sería la imagen más adecuada para un depresivo. pero estar sentado en una oficina con un poco de hastío, algo de calor por un aire en mal estado, y el ruido de las palabras de la gente más insulsa, es bastante parecido.


puedo escapar un rato de mis zapatos e imaginar que corro descalzo por un laberinto que, cuando abro los ojos, no es más que una gran torre de transmisión. cuando caigo, aparezco rodeado de monitores con la palabra ASS, más un número asignado a un botón en una gran consola llena de luces. en cada monitor aparecen nuestras caras en situaciones distintas. aunque en su mayoría, todos están quebrados en un llanto incontrolable y miserable. porque del otro lado de cada monitor, ellos mismos pueden verse viviendo los días ajenos, rotos y desgarvados.

saliendo de ellos, veo mis manos sucias. y un suicida se me acerca con un libro de hunter thompson, pregunta dos boludeces, y sigue su camino. al irse veo que cae de su bolsillo trasero un sinfín de papel con frases como '...en una nación gobernada por los cerdos, son los cerdos los que ascienden incansablemente...'.-

debería salir a lavarme los sesos (y las manos). y volver para terminar mi maldito trabajo.