Fundación de los malamores.

martes

Uno de los personajes tradicionales de la 'commedia' en los tiempos del Imperio romano era una suerte de bufón, que vestía ropas estrafalarias confeccionadas con tela burda, que se usaba para recubrir los colchones de paja, que satirizaban su figura.

En su interpretación, este actor parodiaba la labor de los herreros, que respondían a las órdenes de los generales, que trabajaban satisfaciendo las necesidades bélicas del emperador. Tenía un palo envuelto en su punta de trapo con cascabeles, que hacía las veces de falso martillo.

El bufón, padre biológico del payaso, acababa por volverse loco, dado que su herramienta no cumplía con su función, que era golpear el metal, que hacía a los elementos de la guerra. Y en medio de su locura, el 'pagliaccio', terminaba por tener líneas de diálogo con su parodia de martillo, al que llamaba Giocattolo, y con quién acababa por tener pasos cómicos donde el actor hartaba su paciencia y jugaba al malabarismo con la herramienta, producto de su locura laboral.

Así, en el mundo occidental, gracias a la muestra de entretenimiento que vivía el bufón con su fallida herramienta, a todo objeto que signifique distracción se lo denomina de la forma que indica lo etimológico del juguete: antiguo término que significa "herramienta".

Todo juguete es considerada la herramienta del poder de distracción, o divertimento, del ser humano. Aplicándose así también a las personas que durante sus momentos ociosos juegan, con otras personas.