De paseo por Kansas Shitty.

miércoles

Todo lo que debería hacer es irme a dormir. Sería el único modo de aplacar este atanque de bostezos que me pegó muy fuerte y hace media hora que no para. Justo cuando estaba por empezar mi nueva novela. Media hora atrás.
Un poco de sueño puede dilapidar el trabajo de un genio que por los próximos años salvaría su economía a través de las palabras. Pero no pienso quejarme... Es que tengo mucho sueño.

Otra de las cosas que debería hacer es pensar en todo esto que viene pasando. Y en cómo y porqué las montañas rusas tienen una pendiente después de la subida... ¿No podía seguir yendo hacia arriba?
Pero luego de mucho reflexionarlo, entiendo que si el camino es siempre cuesta arriba, en algún punto la altura nos apuna. Y no hay claro pensamiento a demasiados kilómetros sobre el nivel del mar.

Una de las frases que más me rodeó las sienes por estos días fue "poné la pava y armate de valor". También se me ocurrieron algunas ideas que revolucionarían a la radio, pero como estaba escaso de papel, hasta para limpiarme el culo, ni me molesté en anotarlas. Digo, estaba en el baño, que es donde muchos de los más grandes pensamientos de la humanidad han sabido nacer.

También anduvo dando vueltas por mi cabeza (parece que es el único lugar por donde pueden pasear algunas cosas) un nuevo formato para todo esto... Porque es como si ya hubiera caducado el versito del blogger que abre su cybercerebro y escribe un par de líneas que parecen buenas.
Por ahí, la próxima entrada sea una columna de actualidad... Y ahí todos nos pegamos un tiro ¿no?

"Ni bien amainó la tormenta olvidó las promesas hechas, otra vez".