Es lo que pasa. Lo que nos vela. Todo a nuestro alrededor... Todos hablan. Todos lloran. Todos nadie.
Aunque empiece por el final, y termine donde arranqué. Sin vueltas. O con ellas. No digo nada.
Politizándome. Algo que odio. Como los que quieren escribir la historia. Contando su parte. Botoneándose entre ellos, y ahora dándose la mano. Repartiéndose. Habiendo desahuciado. Se morfan lo que sacan y lo esconden en los bigotes. Acá, o en todos lados.
La pelea con el falso socialismo de derecha es una pantomima. Son amantes. Histéricos post-coitales.
Sensible a lo que pasa, pierdo la elocuencia. Y mis espacios la vigencia.
Pareciera que debo volver a la ávidez por las hojas de tapa dura. Nuevo Récord. Pero no...
Me voy a leer a los que hablan de los Mockers. Otros giles.
Pero se descompone fácilmente.