Zapatos rotos.

lunes

Es increíble lo que hace el frío conmigo. Estoy obligado a ponerme prendas y prendas de ropa una sobre otras buscando una temperatura que me aleje de los témpanos. Y así y todo en algunos lugares siento frío.
INSERTE PÁRRAFO PUTEADOR AQUÍ.
Recurrir al nylon como aislante no lo recomiendo. Carajo si es contradictorio que me hace conductor. Todo lo que toco, tiene un rayito'. Puedo levantar bolsas a distancia. Parece magia. Soy un puto 'Wizard of Oz' que con sus descargas anda haciendo cagadas unas tras otras.
GRACIAS.
Achinar todo el tiempo la mirada para zafar del vientito gélido hace que me duelan los ojos. Tengo que recurrir a métodos impensados para poder calentar mis pies y mis manos. Manos que normalmente, y a pesar del tiempo, están cálidas. Antigua excusa para generar empatía...
Pieles resecas que caen todo el tiempo. Rascarme es descascararme. Como la caspa del cuerpo.

Hasta la nueva costumbre de bañarme todos los días es un problema. La poca presión de agua hace insoportable la sola idea de sacarme la ropa para sacarme la mugre. Se me ocurre un '¡ni en pedo!', pero no quiero ser grosero en la transmisión de la idea.
Termino por extrañar esa ducha. Donde solo, o mal acompañado, podía contar con el hervor más potente y la más alejada sensación de frío que podía imaginar, aunque fueran tiempos de calor.

No cambia nada estar un poco sucio. Me voy a dormir como vengo. Vengo a escribir y me voy.