Nene de antes.

miércoles

Puedo distraerme un rato. No tengo dramas con eso. Es vitalizante en algún punto porque pongo atención a otras cosas que debo hacer, y que no requieren mayor esfuerzo sináptico. Así las cacas derivan en otros charcos cerebrales y el trago no es tan malo, aunque sí a fondo blanco.

- El esfuerzo no está. Y la razón tampoco. Aunque busques problemas por vos mismo, no sos lo suficientemente sabio como para enfrentarlos maduramente.
- Eso me estás dando a entender. Pero me mantendré vivo de alguna forma u otra. ¿Qué voy a hacer sino? No soy más de patalear (aunque en la cama pateo)... Y quieran o no, están donde llegaron por una movida que no pueden atribuirse, ideada para abrir ojos y cerrar culitos nerviosos.

Bajo a comprar ocho botellas de cerveza. Hace años que el chango no se usa y hace ruido a cada metro que rueda. Chilla sin parar. Veo a una de las salameras que me mira y se ríe... Me nota devolviéndole el gesto y se dá vuelta ruborizada. Ando poco por acá, sigo mi camino. Pago y subo cargado. Me anoto las direcciones y los teléfonos. Voy hasta la esquina e imprimo tres pasajes de ida...