Dos puntas (en tiempo pasado).

Cuando te meten porque sí en uno de esos juegos del miedo, y de la mierda, te ves acorralado. Porque te mienten, porque te hacen creer, te hacen querer. Y es todo bosta. Nada es verdad. Y quedás así: hecho mierda, y no importa por cuánto tiempo porque la paranoia y la inseguridad te van a seguir como tu sombra hasta cuando vas a cagar. No hay otra. No hay tiempo ni fecha de vencimiento, si te pasa, cagaste.

Te sentís ajeno en alegrías que tendrían que ser propias. Y el tiempo no lo cura todo. Es deforme el sentir.

Y me dá tanto asco que no puedo decir nada más al respecto... Aunque, a todos nos llega.