No fue bueno verte de nuevo.

domingo

"... no debió haber pasado nunca..." Igual, ya. No es lo que importa hoy.

Sabe que todo el tiempo está a punto de meterse en grandes hirvientes caldos. Parece que la joda se acabó y le toca a"pagar" la luz siempre. El picho está mojado, con hambre y a punto de empacar las pelotas e irse al mismísimo demonio. El mismo demonio que lo tiene llevado y montado en maples de huevo por las hostilidades del desequilibrio del equilibrio: donde hay días malos, seguidos de días buenos y una insana dosis de los normales; que mezclan mierdas y mieles de las otras dos pócimas.

Está todo ahí. Y parece que nadie lo sabe, o se hacen todos los boludos. Y como es bastante huevón el adjetivo le sienta bien, y pasa como por uno de ellos. Aunque sabe cuáles son las medidas cautelares a tomar en cada respectivo y sujestivo (guiño, y mediotango) problema o asunto. Sólo retrasan la conciencia, la inconciencia, y la subconciencia. Aunque Froicito siempre hinchó tanto las bolas con eso que ya no sabe si son "yo", "súper yo" y "Linterna verde Yo" (meta yo, saque yo, meta yo, saque yo - ¡qué onanista!).

Tanto aborigen quema cerebros y hace olvidar para qué lado disparar cuando el arma está en la mano, cargada, y a punto de generar el gran quilombo (glup!)...

A punto, a punto, siempre a punto... ¿al dente? - ¡NO! - a punto.
Arrrgh!!!... Puaaaaaj! y otros gúturos pedorros (siguen los caldos, pero ya no son dulces).